- Comunión Fraternal
- Comunión de Comuniones
- Comunión de Ministerios
- Comunión Ecuménica
- Comunión Misionera
Comunión compartiendo nuestra diversidad... para que la diversidad nutra.
“Poner al servicio de todos nuestros DONES, ponerlos en comunión y así como cada uno de nosotros generamos los diversos carismas con los que se construyen la Iglesia, siendo nuestros dones ladrillos únicos e irremplazables, que vienen dados por el mismo Espíritu Santo, que hace de mezcla para unirlos."
La Comunión en la Iglesia: El misterio del encuentro de lo humano y de lo divino...
El mismo misterio Trinitario... la comunión eclesial es fruto de la realidad de las personas que siendo diversas entre si, y conservando su peculiaridad forman una realidad común, un “nosotros” enriquecedor, constructor, comunicador de vida.
Y es entendida como la unión intima con Dios y la unidad con las y entre personas...
Partimos de la Comunión Fraternal, la comunión personal con Dios, en nuestro interior, “Dios cuida paternalmente de todos y quiere que todos los hombres formen una familia y se traten entre si como hermanos” y este elemento es primordial como modo de vida, como estilo, como primer mandamiento “amar al prójimo como a uno mismo”
Por eso partimos de este YO interno al espiral de la Comunión...
Y la Iglesia Comunión implica Comunión de Comuniones, nuestro YO entra en comunión con el prójimo en su comunidad, en su Iglesia Particular y se relaciona con la Iglesia Universal, somos miembros de un mismo cuerpo, de una misma Iglesia que es diversa, siendo así Iglesia dinámica que se complementa. Debiendo superar indiferencias y enemistades, con dialogo maduro, incluyendo el “dar hasta que duela” por que la misión nos exige una verdadera comunión entre todas las Iglesias particulares de la Patria, con el protagonismo de todos, especialmente de los laicos y laicas como nos dicen los últimos documentos (como el Navega Mar Adentro)
Y nos llama a la Comunión de Ministerios, porque todo lo que hace a la realidad de la Iglesia esta al servicio y en función de la comunión. Por que todos los miembros de la Iglesia compartimos una misma dignidad y la única diferencia viene dada por los diversos carismas que nos permite tener diversas funciones dentro de la comunidad, y al estar dados por el mismo Espíritu Santo estos carismas se reclaman unos a otros complementándose para la edificación de la Iglesia. Por que como Jesús, la Iglesia (y todos en ella) “vino a servir y no a ser servido”
Y la Iglesia debe estar en comunión con nuestros hermanos en la Fe aun cuando haya matices a tener en cuenta, porque somos todos hermanos en Cristo, por lo cual debemos tener presente la Comunión Ecuménica. Empujándonos a la unidad católica, a un camino de encuentro.
Es partir de la comunión en el YO – CON MIS HERMANOS – CON MI PUEBLO Y AL SERVCIO
Y CON LOS QUE ME RODEAN... siempre con y desde el Espíritu de Amor de Dios, para llegar a Él y anunciarlo...
Es por eso que llegamos a que la Iglesia Comunión implica Comunión Misionera, porque la Iglesia no esta reservada para unos pocos, sino que su existencia esta basada en el SERVICIO PARA TODA LA HUM ANIDAD para conducirla a la plenitud.
La misión pertenece a la esencia misma de la Iglesia.
La comunión misionera realiza en la Iglesia un sendero de encarnación al estilo de Jesucristo, el Gran Misionero del Padre, que se unió a las condiciones sociales y culturales concretas de los hombres, la Iglesia debe seguir ese camino, para insertarse en el corazón de los pueblos y así entrar en comunión con las diversas culturas; comunión con la que tanto la Iglesia como las diferentes culturas se enriquecen.
La misión de la Iglesia la podemos dividir en tres situaciones:
- Donde no conocen a Cristo y su evangelio: MISION AD GENTES
- Donde la Iglesia está implantada y goza de comunidades maduras: CUIDADO PASTORAL
- Donde habiendo tenido se ha perdido el sentido de la fe: NUEVA EVANGELIZACION (REEEVANGELIZACIÓN)
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